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Aquí estamos nuevamente, tantos años maniobrando para volver aquí, este espacio casi seguro y solitario. No importa, aquí expresé mis miedos y soledades alguna vez para poder soltar la carga que llevaba y si bien, siguen, al menos pretenciosamente quiero creer que sirvió para poder poner en orden todo ese remolino de emociones y trayectos que me afligian. Aunque aún lo hagan. No puedo por más que pretender no ponerlos al tanto de mi vida, han pasado un par de años desde que dejé de escribir, y sinceramente a este punto no había considerado la necesidad de hacerlo, aunque escribir para mí es soltar. Muchas cosas pasan, están ahí, en el medio de mi pecho existiendo y sofocandome. Es más, me ha resultado terriblemente agotador no pensar, y cuando lo hago me desbordo. Hubiera querido poder hacer de mi vida algo distinto desde hace mucho tiempo, pero entendemos los letrados en las tristezas, que es casi imposible poder direccionar fácilmente. O al menos, cuesta más tiempo y no está demás, e

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Desde que te fuiste...

Desde que huiste los vientos me hablan de ti,
te han visto vagando por las noches buscándome...
persiguiendo mi desorden, mi caos, como si eso te sirviera de algo.
vuelve a mi, sigue el aroma de café que deje entre callejones para que no te perdieras
o el rastro de polvo que deja mi alma mientras se deshace.

Desde que te fuiste todos los días son lunes,
no soporto las semanas sin tus caricias y el bosque de tus cejas,
los eclipses sin ti no son lo mismo, ya no veo tus sombras al ocultar el sol...
tu lado de la cama sigue vacía y suelo beber el vino que dejaste en la nevera,
intentando no desvariar lanzándome al barranco.

Desde que me dejaste no he podido dormir,
suelo hacerte por Les Halles, esperándome en medio de la gente
o por las campos de Eliseo, cuidándome en cada sueño.
Estoy entre el sol y la luna, sin saber donde posarme para que me veas
y no olvides el camino de regreso a mi corazón.

Desde que me abandonaste,
las horas del tè ya no las uso para leerte,
suelo mendigarle a mi memoria un poco de tus recuerdos
y mis labios sollozan buscando los tuyos en su hambruna,
mejor no hablo de mis manos, esas te palpan en ausencias
y mis cicatrices empiezan a llamarme, como si supieran que no estás.

Desde que partiste ya no veo el amanecer,
hace mucho mas frío en estos espacios valdios que desahuciaste
y solo puedo buscar cobijo en mis propios huesos usados.
Mi cuerpo dejo de ser el instrumento de tus composiciones,
desde ese instante mis teclas se han oxidado por tu falta de atención.

Desde que te fuiste ya no hay huellas que buscar,
todo se perdió en el mar de tus desvelos.
Y desde que decidiste que estar conmigo era una perdida de tiempo,
tire tus flores por el balcón, creo que un mendigo las encontró,
con el estarán mejor.

-Shaddy.






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