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Aquí estamos nuevamente, tantos años maniobrando para volver aquí, este espacio casi seguro y solitario. No importa, aquí expresé mis miedos y soledades alguna vez para poder soltar la carga que llevaba y si bien, siguen, al menos pretenciosamente quiero creer que sirvió para poder poner en orden todo ese remolino de emociones y trayectos que me afligian. Aunque aún lo hagan.

No puedo por más que pretender no ponerlos al tanto de mi vida, han pasado un par de años desde que dejé de escribir, y sinceramente a este punto no había considerado la necesidad de hacerlo, aunque escribir para mí es soltar.

Muchas cosas pasan, están ahí, en el medio de mi pecho existiendo y sofocandome. Es más, me ha resultado terriblemente agotador no pensar, y cuando lo hago me desbordo. Hubiera querido poder hacer de mi vida algo distinto desde hace mucho tiempo, pero entendemos los letrados en las tristezas, que es casi imposible poder direccionar fácilmente. O al menos, cuesta más tiempo y no está demás, es merecedor.

Entre eso, algunas decisiones difíciles desde hace bastante, cosas que me habían robado la calma y que he tenido qué sortear durante todo este tiempo para hacerme sentir por lo menos, no culpable. Y bueno, a veces sí, el ser humano no acierta muchas veces en sus opciones, pero cuando termina siendo el que elige muchas veces no contempla el desprecio. Y esperen, no hablo del desprecio a nadie más que a mí misma. Y bueno, ustedes no van a entender a ciencia cierta, pero basta con que al menos lo sepan. Así me sentí. Imagínense, toda la labor que eso requiere. Pero bueno, debo agradecer que esos eran mis miedos, y no otros.

Vivir es por menos la aventura, y qué aventura, tanta aventura y travesía que me voy a permitir agradecer por ese pequeña felicidad, que parece acabar, pero no importa, así es esto, aquí estamos aprendiendo a no dejar que nuestras emociones nos nublen. Y qué cualquiera sea el caso la dicha sea para quien la necesite. 

Por mí han pasado pocas personas, pero he aprendido bastante. Y lo que resulta ser triste, es que el nudo no se quita, que me está dando toda la espalda la seguridad y lo peor, es que hay razón en ello. Por eso está única vez y siendo consciente de toda la magia, que prefiero no interceder cuándo hay una negativa de por medio, aún cuando yo no hice negativas, y está bien, bueno, somos dos mundos distintos. Sí es la verdad, en qué hay que alejarse para sufrir sólos, entonces no quiero sufrir y prefiero desde los recuerdos, esperar la tranquilidad. Algún día estará.

Quiero evitarme llorar, me siento deshidratada, por cuánto pueda equivocarme constantemente pero estoy aprendiendo y no quiero sentirme señalada, sino por el contrario, pretender esperar que algún día, todo esto pase y mi vida, no importa cómo, consista de amor y paz. Lo necesito, por favor, no más.

Vete si es necesario, intenté y aunque mis intenciones no esperaban otra cosa que al menos un te quiero, se me incrustó un puñal. No puedo, sencillamente hay cosas que no son buenas, y cuando te quise, preferiste sentir sólo tu dolor sin darte cuenta de que yo siempre estuve ahí. Y te amo por eso, desde ese amor lindo que un día estuvo y que parece se extinguió, y que hoy un año después, parece que tú te amo escrito en ese libro se borró fácil. Hoy lo estuve viendo, adivina por qué.

Dejo a qué tus miedos e inseguridades desaparezcan un día, y que los míos se vayan también. No queda más que él silencio y la distancia para decir adiós, gracias.

Y amigos, no es por lejos lo único que pasa, si pudiera ser más expresiva y extenderme por completo cómo solía hacerlo, no acabaría hoy, y eso es ser demasiado evidente.

Pero para qué proliferar lastima, si estamos a un paso de la muerte misma y no podemos pretender no sentir lo suficiente. Qué la tristeza viva, que se sienta en los huesos y en el corazón, que ella es a veces y no por poco, una excelente guía.

Vine a descargar un poco, aquí será entonces donde dejaré las pocas letras que volví a escribir y eso es algo que debo agradecerte.

Seamos felices, eternamente felices dónde sea que estemos y lleguemos.

Me quedaré con los recuerdos bonitos...

Lo más difícil es desprenderse de las fotos, las conversaciones, de los vídeos, y del tacto...

-Shaddy.