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Aquí estamos nuevamente, tantos años maniobrando para volver aquí, este espacio casi seguro y solitario. No importa, aquí expresé mis miedos y soledades alguna vez para poder soltar la carga que llevaba y si bien, siguen, al menos pretenciosamente quiero creer que sirvió para poder poner en orden todo ese remolino de emociones y trayectos que me afligian. Aunque aún lo hagan. No puedo por más que pretender no ponerlos al tanto de mi vida, han pasado un par de años desde que dejé de escribir, y sinceramente a este punto no había considerado la necesidad de hacerlo, aunque escribir para mí es soltar. Muchas cosas pasan, están ahí, en el medio de mi pecho existiendo y sofocandome. Es más, me ha resultado terriblemente agotador no pensar, y cuando lo hago me desbordo. Hubiera querido poder hacer de mi vida algo distinto desde hace mucho tiempo, pero entendemos los letrados en las tristezas, que es casi imposible poder direccionar fácilmente. O al menos, cuesta más tiempo y no está demás, e

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Cuando me vaya...

El día que me vaya,
no llores por lo que nunca hice...
recuérdame solo cuando reía,
ten mi rostro presente mientras te veía a los ojos,
como mis manos tocaban tu rostro
y nuestros labios se buscaban solos.

El día que me vaya,
el sol saldrá tan radiante como nunca,
sal y siente el vertiente de mi corazón latir en el aire.
No llores por la tristeza que consumió mi vida,
siente alegría por el descanso que tendrá mi alma.

Imagíname radiante donde sea que me vaya.

Cariño, el mayor deseo nunca se fue,
siguió encerrado en mi pecho anhelando salir,
y aunque hiciste mis días felices, era el momento.
Debía irme.

Visita los lugares que caminamos,
piénsame allí mirándote, besándote... así como era.
Así como cuando estaba entre tus brazos
y estaba bien.

No hay tristeza al partir,
y no debe haberla luego, cuando ya no esté.
Escríbeme versos, déjalos que reposen en tu pecho,
donde estuve con mis besos, donde te acaricié.
Desvísteme en recuerdos, hazme tuya en pensamiento.
Y olvídame luego, cuando el dolor disipe, cuando desaparezca.

La luna te hará saber que estoy bien,
estaré contigo siempre, aún cuando no me veas,
caminaré a tu lado para que sientas cerca el amor que me he llevado.
Te cuidaré entre sombras y te haré luz al caminar,
para que no me recuerdes nunca más.

El día que me vaya,
estaré en el viejo vagón de los recuerdos,
o en tu alma, muy adentro...
Donde conocí tus pesares, donde fuimos uno.
Toqué tu inocencia, te ví tal cual.

Cuando no esté más,
no me recuerdes, solo sé feliz y vete,
que el dolor también se irá.

En mi lecho, recordaré por siempre ese rostro,
las manos que me amaron
y los besos que tocaron mi oscuridad.

Cuando me vaya,

Déjame en un rincón de tu corazón.

-Shaddy.


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