Ir al contenido principal

Visitantes ♂♀

Destacados

Actualización:

Aquí estamos nuevamente, tantos años maniobrando para volver aquí, este espacio casi seguro y solitario. No importa, aquí expresé mis miedos y soledades alguna vez para poder soltar la carga que llevaba y si bien, siguen, al menos pretenciosamente quiero creer que sirvió para poder poner en orden todo ese remolino de emociones y trayectos que me afligian. Aunque aún lo hagan. No puedo por más que pretender no ponerlos al tanto de mi vida, han pasado un par de años desde que dejé de escribir, y sinceramente a este punto no había considerado la necesidad de hacerlo, aunque escribir para mí es soltar. Muchas cosas pasan, están ahí, en el medio de mi pecho existiendo y sofocandome. Es más, me ha resultado terriblemente agotador no pensar, y cuando lo hago me desbordo. Hubiera querido poder hacer de mi vida algo distinto desde hace mucho tiempo, pero entendemos los letrados en las tristezas, que es casi imposible poder direccionar fácilmente. O al menos, cuesta más tiempo y no está demás, e

Translate/Traductor

Pensamientos...

Hoy estando en una cafetería hablando sobre cualquier cosa con un buen amigo, he visto pasar un chico, más bien un niño, no creo que sobrepase los 13 años de edad, con una cicla casi destartalada, vestido de forma muy humilde y digo esto porque se notaba que la usaba mucho, con una hielera de icopor terciada y en una de sus manos un tarrito de ají. Me quedé observándolo, y dije, este será mi tema para el blog, y escribí: “El niño con las empanadas” y de aquí nace esto. A lo que voy es, ¿Qué motivo, razón o circunstancia, han llevado a este niño a tener que salir a trabajar, para especificar a vender empanadas?
Quiero inmiscuirme un poco en el tema, más en este, llegué a pensar, a comparar quizá, los hechos que consideré que le atribuían a mi vida algo difícil, y no se comparaba con la de ese niño, para nada, analicé en ese momento quien era yo, mi vida, y todo, con los de ese niño que no tenía la edad necesaria para trabajar, ¡Era un niño!, un niño que a esa edad trabaja para sostener, o quizá para ayudar a su madre, un niño que probablemente no tiene lo que muchos poseemos como clase media, que no tiene si quiera el tipo de ayudas, de cosas o de lo que llamo yo, las posibilidades, todo lo que se nos permite poseer, de lo que derrochamos diariamente, de las cosas que rechazamos porque no es lo que pedimos o deseábamos, prácticamente en el egoísmo, el cinismo que poseemos como personas, eso que no pensamos al momento. No, ese niño quizá no tenía todo, ese niño probablemente tenía que trabajar para conseguir sus cosas, todos los días recorrer el pueblo en busca de quien compre sus empanadas, en busca de quien le ayude a conseguir su producido del día para poder comer o comprar las cosas que necesita. Definitivamente me incluyo en esa lista de personas que en algún momento pensaron que lo tenía todo, y que deseaba más, sin llegar a ver que hay personas que ni siquiera pueden conseguir la mitad. Ese niño, no era como yo, ese niño pasaba por malas circunstancias, tal vez vea la vida con buenos ojos a pesar de todo lo que tiene que pasar, no lo sé, solo hago introspección de mi parte, pero a mí, ¿A mí que tipo de malas circunstancias he tenido que pasar para considerar mi vida de este modo? ¡Nada! Nada, no he tenido que pasar por una mala situación, no de tal manera que me lleve a trabajar sin estudiar para conseguir y ayudar a mi familia, afortunadamente no he tenido que pasar por algo así, sí, he derrochado, pensando que siempre iba a tener más y más, que iba a tener todo tipo de posibilidad, pero viendo a ese niño, ví, que estamos mal acostumbrados, que el ser humano no siente remordimiento, que hay personas que viven peor que nosotros y aun así llegamos al punto de menospreciar a la gente por como viste, por como se ve o incluso, por su estrato económico, a verlos por encima del hombro y  examinarlos de pies a cabeza y detallar la más mínima insignificancia. Desafortunadamente ese tipo de personas abunda, un error de nuestra parte, porque para crear una vasija hermosa, hay que sacarla del barro, tallarla, moldearla… sí, del barro, de allí vienen todos. De lo más bajo salen personas que hoy son muy reconocidas. Créanlo.

Por supuesto, considero que ese índice que es muy alto hoy en día de suicidio, es una porquería, si, bueno, sé que como muchos a veces mis temas son tipo “me quiero morir” ¿Qué joven a esta edad no lo piensa? Pero ahora y no es que diga que lo deje a un lado, enfatizo no es que lo haga, es un típico pensamiento, pero porque se suicidan, ¿Por qué los padres no los ponen atención, o porque creen que todo es una mierda aun cuando lo tienen todo, o por amor, o porque han dicho cosas? Bueno, sí, entiendo, tal vez hay una razón y es justa, pero teniendo todo, me pregunto entonces ¿Porque esos niños que no tienen nada, solo sueñan con salir del lodo sin necesidad del suicidio? Porque ellos si ven lo duro de la vida, ellos si han tenido que parir pedazos para conseguir todo, nosotros no, nosotros somos egoístas, no vemos otras caras de la vida. Y nos echamos a morir, no creo que siempre logre cambiar pensamientos al respecto y no infiero a que deban hacerlo, pero si a pensar. De ahora en adelante creeré en esa gente que aún sin mucho vive feliz, es digno de admirar, porque no puedo comparar mi buena vida, con la vida de ese niño de las empanadas. Nunca.

-Shaddy.


Comentarios

Entradas populares