Ir al contenido principal

Visitantes ♂♀

Destacados

Actualización:

Aquí estamos nuevamente, tantos años maniobrando para volver aquí, este espacio casi seguro y solitario. No importa, aquí expresé mis miedos y soledades alguna vez para poder soltar la carga que llevaba y si bien, siguen, al menos pretenciosamente quiero creer que sirvió para poder poner en orden todo ese remolino de emociones y trayectos que me afligian. Aunque aún lo hagan. No puedo por más que pretender no ponerlos al tanto de mi vida, han pasado un par de años desde que dejé de escribir, y sinceramente a este punto no había considerado la necesidad de hacerlo, aunque escribir para mí es soltar. Muchas cosas pasan, están ahí, en el medio de mi pecho existiendo y sofocandome. Es más, me ha resultado terriblemente agotador no pensar, y cuando lo hago me desbordo. Hubiera querido poder hacer de mi vida algo distinto desde hace mucho tiempo, pero entendemos los letrados en las tristezas, que es casi imposible poder direccionar fácilmente. O al menos, cuesta más tiempo y no está demás, e

Translate/Traductor

Carta 1: Hablemos sobre perdón.

 Bueno, aquí estoy, es casi la 1 de la mañana, no sé si valga la pena, o si realmente merezca que escriba esto, hacía tiempo habia pensado en hacerlo pero mas por mi propia catarsis a que usted lo lea. Ayer me preguntaban si alguna vez pensé en preguntarle: ¿Porqué?, en cuestionarlo, enfrentarlo, y sí, lo pensé mucho, tanto, tanto que mis sueños se basan en eso, en gritarle en la cara, en abofetearlo y desaparecerlo, pero eso ultimo usted no lo merece, porque usted merece vivir cada una de esas penas por las que está pasando y no es que le esté deseando el mal, no gasto mis energias en gente como usted, sino porque creo en el karma, y creo en su fuerza, ese es mi deseo. 

Aun recuerdo cuando borracho se hizo frente a la puerta del baño mientras yo estaba en el, sentado con un cerveza, llamandome, yo no quería salir... ¿Sabe?, una mezcla de asco, dolor, odio y mucho miedo se pasaban por mi cuerpo, y eso que sabia que en casa estaba toda la familia, pero yo no había contado nada, así que no podia sencillamente gritar y alarmar, aun no estaba lista para asumir (aunque cargaba con el peso de tantos años en silencio) esa carga sobre mi, el temor de ver sus rostros acusandome, no, no estaba lista y aun así fui lo suficiente valiente e hipocrita como para salir, usted cogió mi mano y me hizo sentar, tenia miedo, mucho miedo, no quería que nada me pasara nuevamente, ya estaba suficientemente rota como para aguantar mas y eso que sigo aguantando, y no, no sé cómo, no lo sé, pero ese no es el caso, esos años no se olvidan, todo lo que usted me hizo no se olvida diciendo que no sabia que le pasaba por la mente, que no quería hacerlo, que lo perdonara; no se imagina todo lo que me pasó por la mente, en ese instante una parte de mi sabia que necesitaba escuchar eso, no por creer, sino porque necesitaba aceptar que ese no era mi error, que yo no estaba mintiendo, y que usted aun en su petulancia que hacía como que nada pasaba, me acusaba, me fastidiaba, aun sabiendo que me habia dañado, que habia dejado una inmensa cicatriz en mi cuerpo y una herida incurable en el alma, se acordaba de todo. Pero otra parte de mí, sintio el odio ebullir, el dolor sangrante de mi corazón me hizo acordar de todo lo que pasé sola, de las noches que lloré preguntandome la razón, de pensar si habia sido mi ropa y de acordarme que habia dejado de usar faldas, shorts, blusas con escote, por miedo a que pasara otra vez, de dejar parte de mi infancia a un lado, de volverme introvertida, de desvelarme porque no quería soñar lo mismo de siempre, y de pensar que queriendo sentir otro dolor diferente al de mi corazon me cortaba, y lo peor aun, de ser tan niña como para pensar en acabar con mi vida porque no me daba para más, pensar, pensar, pensar y recordar, recordar, era un martirio para mí,  o digame usted, como puede llegar a pensar eso una niña, entre tantas posibles variantes, una muerte, la guerra, el hambre, la pobreza, pero no, mi caso, mi caso en especifico era un quiebre total de mi cuerpo, un cuerpo que usted se encargó de opacar, y que yo llevo años dejando que siga igual. Por eso me dije, puede ser pecado odiar, pero Dios no escuchó mi plegaria cuando mas lo anhelé, cuando necesité de su ayuda, entonces sigo pecando, porque no puedo perdonar,  no puedo, y entonces, me hice la loca, la que no recordaba, que no sabia de que estaba hablando, se acuerda? no creo, usted estaba borracho pero aun así me apretó fuerte la mano cuando me iba a parar para bajar al primer piso, diciendo que yo recordaba e insistiendo, y dije, yo no tengo nada que perdonar, pero no lo dije porque fuese cierto, YO y mas que nadie soy la unica que puede darle ese perdon, porque soy sangre de su sangre, familia, hija de su hermana, una niña, solo era eso, sino porque mi odio es mas grande, mi ira, mi sentimiento, y no estaba lista para eso, no lo estoy, pero otra razón aun mas fuerte, porque creo en la venganza del universo, en las conspiraciones del karma. Usted me abrazó, lloró, pero sus lagrimas de cocodrilo no funcionan conmigo. Me dio asco, recuerde, recuerde que despues de eso me duché, imaginese entonces mi repulsión.

Creo en las vibras, si bien usted sabe que hay de todo un poco en las familias, pues la nuestra no está lejos, podría considerarme bruja, sino me faltara todo lo demás para sentirme como tal y es que desde que llegué siendo tan pequeña a San josé, pude sentir en usted la oscuridad de su alma, pesadez, hedor, un aura gris oscura oscilante, y una sensación de incomodidad en el ambiente, y era siempre, siempre que usted llegaba. No entendía porqué, hasta que fui creciendo y conociendo, por no saber coger un cuchillo... un puño; por no saber un numero, el numero 20 (numero que sigo odiando)... una paliza que dejó mi piernas heridas, hinchadas, moradas. El menospreciar mi presencia en MI propia casa, el intentar pegarme cuando se le daba la gana, el amenazarme... todo eso, y tantas otras cosas que se me puedan quedar en el aire, me daban la razón, mi sentido no fallaba, yo realmente podia ver a través de usted, y claro, de la gente, porque gracias a eso, la gente se me hace tan evidente, - solo que no sabia que significaba, no sabia que habia en usted tal depravación, tal maldad, no pensaba que pudiera pasar y entonces fue cuando sucedió, cuando usted decidió que yo valía tan poco, que yo no era nadie, y que mi cuerpo infante era entonces su centro de juegos y entendí, entendí la oscuridad que expedía su cuerpo, su alma estaba condenada desde el inicio.

¿Porqué? Solo quisiera que me respondiera, quisiera que eso dejara de atormentarme, pero es que por mas que vaya a terapia, por mas que intente hablar de esto, mi herida no sana, porque nunca lo podré perdonar, nunca, y es por eso que mi alma no encuentra paz, que esa niña no descansa. ¿Porqué? porqué yo?, qué tanto mal pude hacerle para me que hiciera esto, que tanto mal le pudieron hacer para que le hiciera eso a una niña, a alguien de su familia, porque es que no entiendo, mi short o blusa no decian nada, mis juguetes o mis palabras no insinuaban nada, mi pelo o mi olor no expedian nada, ni siquiera mi pubis, no habia nada que pudiera despertar en usted el deseo, el daño. Quisiera saber como es capaz de verme a la cara cada que viene, de hablarme, de reirse, y decir que soy el orgullo de la familia, cuando yo de orgullo no siento nada, no puedo sentirme así, porque por mas que intento avanzar retrocedo dos pasos y es que cada que me siento mal no puedo controlarme y caigo y caigo y sigo cayendo y me quedo ahí, no siento orgullo, a veces creo que no puedo sentir nada y eso lo hace peor, eso alimenta mi odio. Quisiera saber como es capaz de intentar golpearme siendo ya mayor de edad, e insinuar que no merezco nada, si es que merezco mas de lo que usted cree, merezco que me amen, que me cuiden, que me quieran, que esten conmigo, y tanto mas, porque doy, porque no le hago mal a nadie, yo SÍ merezco, esto y mucho más. Lastima que a veces soy tan ciega para aceptarlo, lastima que a veces no amo suficientemente mi cuerpo y todo lo que soy y dejo que me den tan poco en la vida, porque a diferencia de usted puedo estar opaca ahora, pero soy luz, la gente lo dice, la gente lo siente, entonces... así es.

sueño, sueño tanto gritando, me llaman mentirosa, me encierran en un siquiatrico, me miran con odio, avergonzados, me juzgan, y no hago mas que gritar, pedir ayuda, a veces sueño que corro, corro alejandome de algo, algo que me persigue, algo que me quiere hacer daño, y corro, corro, también gritandole a la cara, señalandolo, trantandolo de todas las formas hostiles, brutales y desiguales, que puedan existir, como lo mas bajo, y sigo llamandoles pesadillas, porque despierto ansiosa, angustiada, con miedo y mucha, mucha (como siempre) ira. Usted me marcó, usted dejó el rastro de sus mano sucias en mi piel, dejó la yaga abierta, el ultrajo de un cuerpo inocente, y ahora que lo entiendo, yo no tuve la culpa, eso lo entiendo, mi mente lo entiende, pero no mi corazón, no mi alma, algo sigue sintiendo que hice algo mal, lo odio por eso, porque aun no puedo ver mi cuerpo como quisiera, aun veo mi rostro y me siento mal porque me veo fea, cochina, llena de escoria, y veo y me comparo, porque me siento pequeña, fragil, me siento una niña indefensa teniendo todo el potencial de una mujer, porque mi cuerpo creció, mi rostro tiene otras facciones, pero se sigue sintiendo el peso con los años, cada vez mas histerica, con menos autoestima, con menos seguridad, no puedo evitar compararme, a otras no les pasó, otras estan bien, otras estan felices, otras estan hermosas, a otras las quieren mas, a otras no les pasa nada malo, a otras no las usan, a otras, a otras, a otras, y duermo y lo pienso, y sueño y sigue ahí, a otras, sí, a otras, pero esta soy yo, herida, muy herida, demasiado fragil como para soportar más, demasiado cansada como para querer algo que me pueda dañar, porque esto es la vida.

Y es ahí cuando quisiera que su vida se extinguiera, pero no, quiero verlo apagarse sintiendo el frenesí del karma, mientras usted ve como crezco, como me hago fuerte, como me hago mas humana, me lleno de vida, y creo vida, y soy feliz, y me hago invencible contra la oscuridad que me embarga todos los días, porque esa es mi lucha, una lucha que puede ser insignificante, que puede no ser valorada, que puede no ser totalmente creida, yo lucho contra mi mente, contra mis manos, contra mis impulsos, contra la ansiedad y el panico, contra mi misma, y esas voces que resuenan en mi cabeza recordandome todo, desde mi caida en el parque, su abuso, el gato que se murió, lo insignificante que fui para mi primer amor... intentando no dejar que me gane, conservar mi vida. Porque como otros tantos, yo también intenté morir, no una, no dos, sino muchas veces, de diferentes formas, pero el miedo, mi dolor, todo resonaba y me hacía pensar que yo merezco ser feliz, que quiero una vida, una buena vida, que quiero todo lo que se puede tener en este mundo, incluida la vejez, y no podía completarlo, otras veces era el destino que lo impedia porque sí, otras veces estaba resuelta a morir, a descansar, y dejar de pensar, pero no me funcionaba, ni siquiera eso.

A veces quisiera olvidarlo, no dejar que me diera tantas vueltas, porque mi vida no avanza, no siento que haga algo, afecta todos mis ambitos, porque siento que no estoy dando el cien por cien, aunque mis emociones sean sinceras, algo me detiene siempre y es el miedo al daño, porque usted dejó esa marca, ese miedo constante de perderme, de que mi cuerpo o mi corazón salgan heridos, y no sanen, tantos años esperando poder ser libre, libre de recuerdos, de este dolor que se siente, de la sensación de suciedad... pero pasan los años y sigo presa, con la incertidumbre latente, siempre es la incertidumbre, aun ahora, y creo que empiezo a fastidiarme, ahora no me sirve sentirla así, porque necesito crecer, necesito seguridad. No se imagina como funciona mi cerebro, llevo años viviendo en un cuerpo pequeño, con una mente volatil, increiblemente perceptiva, a veces siento que mi mente es mas vieja que yo, y sabe porqué, porque tuve que discernir desde muy pequeña y dimensionar las porquerias de la gente, analizar, manipular, obtener, saber ganar, y atraer lo que yo quería, lo que deseaba, y es agotador, profundamente agotador, tener 13 años y saber que podría tener así de facil, de tener 18 y tener claro que quería la pasividad de la lejanía, de tener ahora 22 y claro, no tengo una carrera, pero sí sé que no me interesa lo de siempre, quiero otras cosas, un claro lejos, una casa en las afueras de un pais lejano en la que pueda sentirme libre, libre de escribir y seguir  haciendo esto, la compañía de un buen ser, austero, paciente, amoroso, completamente seguro de sí y sus alcances, completamente maduro en cuerpo, alma y mente que me permita seguir mejorando, y me transmita toda la tranquilidad que quiero, la tranquilidad que merezco, y que puedo otorgar. Digame, pudo usted a su corta edad desarrollar sus aptitudes, entender que el mundo ya no está para un cambio, que es demasiado tarde, así se esfuercen en justificarlo, sino que estaba en mi, brindar algo que pueda hacer esta transición suicida mas llevadera. Está claro que no, porque mi alma es mas vieja que la suya, aun a su edad sigue siendo inmaduro, sigue siendo egoista, no se esfuerza en ser metodico, y eso me enorgullece, aun por encima de todos, porque puedo ver que son. Gracias, porque puedo dimencionar mi vida, tengo muy claro que las migajas no me van, y que aunque esté dando tumbos ahora, en unos años, estaré lejos, riendome de todas estas cosas, con una copa del vino mas caro que usted pueda imaginar, con un excelente ser a mi lado y claro, una vida plena. 

Usted no puede imaginarse como desearia no volver a verlo nunca, cómo cada que llega quisiera que se abriera la tierra y desaparecerme, el hecho de tener que cubrirme hasta los ojos para no sentirme que pueda volver a tocarme, de evitar entrar al baño porque puede irrumpir, el dormir con seguro, el temor de estar sola en mi casa totalmente indefensa mientras sé que usted está en este mismo pueblo. Desearia no decir que tengo familia como usted, tan llena de perversidad, de maldad, de una oscuridad que no puede negarse porque en sus ojos se ve, de una prepotencia que solo mi madre puede aguantar, pero sabe mas tristeza aún me da, el ver los ojos de mi madre, de ver como yo me defiendo de un depravado como lo es usted, y ella saber que tiene un hijo que es capaz de hacer eso y más, porque señor usted y yo sabemos que no fui la única, las niñas que vivían en el kiosko también, entras tantas otras desafortunadas que pudieron haberse atravesado en su vida, es muy triste, más que eso desconcertante porque usted tiene una hija, pobre, no quisiera estar en sus zapatos y tener que asimilar todo. Nunca estoy segura, así no esté en casa, así usted se quede fuera y no llegue, caminando, se siente como si sus ojos estuvieran sobre mí. Porque estoy infinitamente rota y la gente parece no entender que no me pueden arreglar, que solo puedo seguir caminando, y evitar a toda costa que me rompan más.


Así que no, no hay perdón, no hasta que aprenda amarme y amar de verdad. Mientras tanto, siga en su estado más puro de perdición y soledad, al fin y al cabo, nadie lo merece más que usted.


Leidy Ñungo.


Comentarios

Entradas populares