Después de ti...

Vienen las mañanas cálidas,
los días soleados en medio de la terraza,
tus coreografías en el centro de la casa,
siendo solo recuerdos, después de que ya no estabas.

Después de ti, ¿que hay?
sino un millar de preguntas sin respuesta,
solo heridas abiertas
y noches de desvelo buscándote en medio de tormentas.

Después de ti, la vida es distinta,
tiene tonos oscuros y escalas de grises,
un sabor amargo como tu ausencia
y un letargo de monotonías tan solo al pasar los días.

Después de ti, me he perdido en mis recuerdos,
ya no se quien soy ni al verme al espejo
y al despertar ni te digo, a veces ni yo me entiendo...
gritar, gritar entre delirios y verte en la cocina,
en la sala, entre revuelos, y no es verdad,
vuelvo a mi y no estás, ni tus rastros en el desierto.

Ya tu olor se desvanece de mis literas,
hecha un ovillo entre medios y festivos,
con un café sin terminar y un libro medio vacío...
a un lado el alma hecha pedazos y un bote de pegamento sin usar
porque no hay ni para una vida contigo.

Después de ti, sé que el tiempo cura las heridas,
el pasado empieza a marchitar y florecen nuevas promesas,
los fuegos que quemaban mis tristezas se cuelan con el viento
y en un suspiro se restauraron uno a uno todos mis bosquejos.

Después de ti, me siento incompleta,
he perdido la ficha de mi rompecabezas
y exploto de pensar donde rayos te has metido...
vuelve, este juego no es lo mismo sin ti,
me he perdido, te he perdido.

Haz desaparecido entre este mar que hay en mi corazón,
pusiste limite a mis sueños y ya ni deseo navegar de costa a costa
buscando granos de arena que me digan donde estas
y porque de la nada te haz ido.

En el final, añoro tu reflejo,
tus búsquedas y verdades,
porque antes de esto había mitades,
contigo se completo todo con solo encuentros de ensueño,
pero luego, luego vino una oscuridad tan grande
que dejó sin esperanzas mis espinas.

Hay descontentos e injusticias,
porque después de los huracanes que formaste
vinieron vacíos de muchas de nuestras caídas,
vestigios de antes cuando tocábamos los vientos,
miradas al cielo sin besar las nubes
y al estar juntos en el nada, nuestras manos unidas.

Después de ti, ya no hay nada,
solo retazos de una vida,
pedazos de felicidad en mi cama valdia,
mis poemas a un lado, sin sentido y carisma,
cuadernos hechos añicos porque la inspiración vacila...
y la luna consolándome porque el sol ni se anima.

Después de ti, tal vez venga la calma,
y aun en mi vejez solo seguiré esperando el día en que nuestros besos se encuentren,
pero por ahora, es en este instante donde la furia se marcha....
porque tu ausencia no es para siempre.


-Shaddy.